Aprender las primeras letras es cuestión de vivir experiencias, los niños describen su mundo a través de simples garabatos y trazos que luego serán frases completas.
Los cambios en la educación y el aprendizaje han logrado que algunas metodologías evolucionen y que los niños más pequeños empiecen a conocer las primeras letras a muy temprana edad.
Actualmente los niños aprenden tomando como punto de referencia sus vivencias, sus historias, sus preconceptos e incluso sus emociones y dificultades como una motivación para aprender e interpretar todo lo que sucede a su alrededor, es allí donde la experiencia y el conocimiento aplicado juegan un papel fundamental para aprender y conceptualizar, es decir los niños aprenden naturalmente a partir de la experiencia.
Teniendo en cuenta que los niños de hoy aprenden de lo global a lo particular, la lectura ya no se ve como la unión de distintos fonemas, sino que se hace de forma más completa, si antes se aprendía silaba por silaba, ahora se hace por palabras completas.
Los niños inician copiando letra por letra, apoyados en el dibujo, comienzan a realizar trazos de línea recta, círculos, curvas, entre otros, los cuales van interiorizando a través de juegos o canciones, los niños se acercan a la lectoescritura a través de las actividades lúdicas, lectura de imágenes, dibujos, música, entre otros recursos, es decir que al encontrarse en un contexto claro desarrollan las habilidades de lectoescritura de una manera específica y eficaz.
En el proceso de lectoescritura es importante valorar el contexto en el que el niño se encuentra, la forma significativa con la que se aborda el proceso de enseñanza y aprendizaje es fundamental, desde muy temprana edad se debe iniciar una adecuada estimulación relacionada con la coordinación fina, teniendo presente sus preconceptos, vivencias, y habilida
des. De esta forma los niños encontrarán mucho más rápido el gusto por la lectura y la escritura.